Biodiversidad

Diferentes actividades humanas impactan en la naturaleza provocando una pérdida acelerada de la biodiversidad. Entre las principales causas encontramos la alteración y destrucción de ecosistemas clave como los bosques y las selvas debido al avance de actividades económicas, como la agricultura y la ganadería, la industria maderera, el avance de las urbes y la generación de energía. También están siendo impactados los humedales y los pantanos. Otros ecosistemas muy delicados, y en este caso además afectados directamente por el cambio climático, son los arrecifes de coral y los glaciares, que están sufriendo retrocesos irreversibles. pérdida de hábitat, debido mayormente a la sobrepesca, el uso de técnicas de pesca destructivas, la contaminación, los residuos, los vertidos de crudo y el cambio climático.

Bosques

La pérdida de la cobertura global de bosques y selvas es alarmante, poniendo en jaque la biodiversidad del planeta, y contribuyendo de manera acelerada en la emisión de gases de efecto invernadero y a la pérdida de sumideros naturales de carbono.  A pesar de que la Argentina ha conseguido sancionar una ley de avanzada en materia de protección de bosques nativos (Ley N° 26.331), el país representa el 4,3 por ciento de la deforestación global según el Panel Intergubernamental de Cambio Climático. La falta de fondos económicos asignados a la norma, el nulo compromiso político y la presión de intereses económicos han hecho que los bosques de nuestro país sigan estando en peligro.

Oceanos

Los océanos son ecosistemas de gran importancia para el ciclo del agua, la regulación del clima y la absorción de dióxido de carbono. Representan más del 70 por ciento de la superficie total del planeta y contienen una gran variedad de especies, siendo fuente de alimentos para los seres humanos.

Pero todos los mares alrededor del mundo se enfrentan a actividades humanas que representan amenazas ciertas. Tal es el caso de la sobrepesca, el uso de técnicas de pesca destructivas, la contaminación, el turismo y la acidificación que están poniendo en riegos sus cualidades y los servicios que ofrecen.

Glaciares

El retroceso de los glaciares es una de las caras más visibles de los impactos actuales del cambio climático. En nuestro país son varias las masas de hielo que han visto disminuida su superficie en los últimos años.

Al impacto del aumento de la temperatura de la tierra se suman, como amenazas, las actividades de industrias extractivas, como la minera o petrolera, que intentan avanzar por regiones frágiles en busca de minerales e hidrocarburos.

Aguas (Ríos, arroyos, lagunas y acuíferos)

La capacidad de los ecosistemas acuáticos para cumplir con sus funciones esenciales se está deteriorando, lo que perjudica la calidad de vida y el desarrollo social. Las causas principales podemos encontrarlas en las actividades humanas, a través del sobreuso del recurso, la contaminación, la sobrepesca y la modificación de los hábitats acuáticos. El cambio climático, asimismo, exacerba a las otras cuatro.

El aumento de la población y de las actividades para satisfacer las necesidades básicas de todos los seres humanos torna alarmante la situación actual de estos ecosistemas de los que depende, básicamente, toda la vida en la Tierra.