Cada vez son más los países que están estableciendo sistemas de trazabilidad para los productos del mar, entre ellos los Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, tres mercados importantes para las exportaciones argentinas. La lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, y el trabajo esclavo asociado a ella, son hoy los principales impulsores de estas políticas. Así lo demuestra un informe del Círculo de Políticas Ambientales (CPA) publicado hoy, en el que se analiza la situación global y local en materia de trazabilidad de los productos del mar.
De acuerdo con el reporte, la trazabilidad de la pesca se ha vuelto hoy una de las herramientas clave para luchar contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada. Estos esquemas buscan dejar fuera de juego aquellos productos de la pesca que no puedan certificar su origen y trayectoria, así como las condiciones de trabajo de los tripulantes a bordo. La Argentina aún no cuenta con una norma de estas características, y aunque se han presentado dos proyectos de ley en el Congreso de la Nación, aún no se ha avanzado en su tratamiento. La industria y organizaciones ambientales impulsan su sanción.
“Contar con un sistema nacional de trazabilidad establecido por ley ayudaría a la Argentina a diferenciar sus productos del mar, capturados y comercializados en cumplimiento de la normativa, de aquellos obtenidos a través de la pesca ilegal por las flotas extranjeras que ingresan a nuestra zona económica exclusiva (ZEE) y de aquellos que son producto de la pesca no declarada y no reglamentada, realizada por los mismos barcos al límite de la milla 200. Para la economía argentina es de vital importancia, ya que el 90% de la pesca local tiene como destino la exportación”, señaló Milko Schvarztman, especialista en conservación marina y pesca INDNR del Círculo de Políticas Ambientales.
En los últimos años, el problema de la pesca ilegal no declarada y no reglamentada en el Atlántico Sudoccidental se ha vuelto más visible, debido a la preocupación de la sociedad y las denuncias realizadas principalmente por organizaciones no gubernamentales. Durante la temporada alta, las embarcaciones no reguladas que operan en el borde exterior de la ZEE argentina suman casi 600, muchas de las cuales ingresan para la pesca ilegal. Las pérdidas ocasionadas por esta práctica no solo se miden en términos de la afectación al ecosistema marino y sus especies, sino también económicos, por las divisas que dejan de ingresar al país, por la pérdida de empleo y por el impacto sobre los recursos de los que depende la industria nacional.
Debido a que gran parte de estas flotas operan en aguas internacionales, especialmente al borde de las aguas territoriales, las medidas de patrullaje y control de los países no es suficiente, ya igualmente son afectados. Es por ello que, muchos países están estableciendo o ajustando sus políticas de trazabilidad de la pesca. Mientras Japón sancionó a fines de 2020 una ley contra la pesca ilegal y el trabajo esclavo basada en la trazabilidad que está en proceso de reglamentación, los Estados Unidos y la Unión Europea, que ya cuentan con regulaciones de este tipo, están avanzando en el establecimiento de criterios más estrictos. Rusia también ha implementado en 2021 una normativa que va en esta línea.
“Que la pesca cuente con altos estándares de trazabilidad será un factor determinante para competir en los mercados internacionales. Avanzar en una regulación en esa línea es clave para la industria local, más allá de los beneficios ambientales que representa. Debido a ello, desde el Círculo de Políticas Ambientales venimos promoviendo el tratamiento de una regulación que establezca un sistema nacional de trazabilidad de la pesca en el Congreso de la Nación”, remarcó María Eugenia Testa, directora del Círculo de Políticas Ambientales.
El informe publicado hoy por la organización se basa en un relevamiento de la normativa global en materia de trazabilidad de la pesca y de los procesos de debate en torno a ellas que están sucediendo en los principales mercados de exportación de la Argentina. Además, rescata las iniciativas locales que buscan hacer experiencia en este tema clave para el futuro de la industria.
Informe disponible en aquí