24 de julio de 2023. El esfuerzo pesquero de las embarcaciones de aguas distantes que operan en el Atlántico Sudoccidental – en el área lindante con la zona económica exclusiva argentina-, se multiplicó por ocho en los últimos diez años, según una estimación realizada por el Círculo de Políticas Ambientales en base a datos satelitales provistos por la plataforma Global Fishing Watch. Según el análisis realizado, el esfuerzo pesquero aparente en 2013 fue de 59.204 horas, alcanzando las 469.912 horas en 2022.
El número de embarcaciones que llegan desde otras latitudes -principalmente de China- a pescar en esta zona casi se quintuplicó en la última década. En 2013, se contabilizaron 74 embarcaciones de bandera china, alcanzando las 346 en 2022, un descenso en comparación con el pico de unidades de 2021, que fue de 429. Si bien se estima un decrecimiento de embarcaciones en el último período relevado, aun así, el esfuerzo pesquero siguió aumentando.
“Estamos en frente de una flota que opera sin ningún tipo de control depredando el ecosistema marino del Atlántico Sur y que su crecimiento es tan rápido y veloz que ningún ecosistema, lo puede soportar”, señaló Milko Schvartzman, responsable del programa de Conservación Marina del Círculo de Políticas Ambientales.
El estudio coincide con las declaraciones del Gobierno de China, en las que se afirma que la captura de calamar en la zona ha ido disminuyendo, y como contrapartida el país ha aumentado el esfuerzo pesquero, en detrimento de poblaciones en retroceso, generando una alarma de que se está en una situación de depredación.
La falta de datos sobre los volúmenes de capturas, especies, y la inexistencia de información sobre captura incidental podría ser una alerta de que se está llevando el ecosistema marino al límite, sin poder tener una mínima previsión de cuándo ocurrirá un posible colapso y evitarlo.