Fue en el marco de la presentación del informe del Círculo de Políticas Ambientales “El rol del Congreso de la Nación en la descarbonización de la economía y la adaptación al cambio climático”, en el que se propone un marco normativo para la transición hacia una economía carbono neutral.
Al mismo tiempo que se desarrolla la cumbre sobre cambio climático (COP26) en Glasgow, senadores y diputados nacionales disertaron sobre la función del Congreso en la promoción de normativa y políticas públicas que contribuyan a cumplir con los objetivos de reducción de la emisión de los gases que afectan el clima.
El encuentro se realizó este martes 2 de noviembre y participaron la senadora Gladys González, la diputada Graciela Camaño, y los diputados Fabio Quetglas y Enrique Estévez. Los y las legisladoras acompañaron la presentación del informe del Círculo de Políticas Ambientales “El rol del Congreso de la Nación en la descarbonización de la economía y la adaptación al cambio climático”, en el que se analizan las normas que deberán modificarse, sancionarse o complementarse, para lograr los nuevos objetivos climáticos presentados por el poder ejecutivo en el marco del Acuerdo de París.
“El rol del Congreso de la Nación es clave en la descarbonización de la economía y la adaptación al cambio climático. Recordemos que las principales políticas públicas en materia climática de nuestro país han surgido a la luz de leyes nacionales que implicaron el debate político y social en el marco del Parlamento”, señaló María Eugenia Testa, directora del Círculo de Políticas Ambientales al abrir el encuentro.
Por su parte, la senadora Gladys González aseguró que “el Congreso es fundamental porque estas políticas (climáticas) son transversales, estructurales y de largo plazo y tenemos que vincular a todos los sectores de la economía”. A lo que agregó, “¿Qué estamos haciendo en el Congreso? ¿Estamos avanzando y construyendo las bases para este proceso de descarbonización? El Congreso en el último tiempo ha sancionado la ley de cambio climático, la ley de educación ambiental (…) pero la verdad es que si bien son avances importantes no son totalmente significativos como lo fueron la ley de bosques nativos o energías renovables, más determinantes para el proceso de descarbonización. Sin subestimar estas leyes recientes, ya que son importantes, necesitamos avanzar con otras que son más determinantes”
Por su parte el diputado Enrique Estévez señaló que “El presupuesto que se está debatiendo en el Congreso tiene una perspectiva medioambiental pobre, los fondos destinados a medio ambiente son de 0,3%, mientras que para energía, combustibles y minería alcanzan el 8%. Esto nos da una foto de cuál es el estado de situación respecto de lo presupuestario. El rol del Congreso es fundamental, pero necesitamos establecer acuerdos que vayan más allá de la política, para que esos proyectos que convertimos en ley no queden en un papel y efectivamente el estado nacional pueda hacer realidad los objetivos establecidos”
Desde la sede de la COP26 en Glasgow, Graciela Camaño remarcó que “los congresos tienen una enorme responsabilidad y el nuestro particularmente desde 1994, cuando la reforma constitucional en el art. 41 estableció la cláusula para que atendiéramos la temática ambiental en nuestro modelo de país federal, (pero) …la responsabilidad ambiental no es sólo de los diputados y senadores sino de la esfera nacional, ya que está vinculada a los nuevos derechos de los ciudadanos. ¿Tenemos mucho para hacer los parlamentarios? Si, tenemos mucho. Primero en el presupuesto”.
Por último, el diputado Fabio Quetglas manifestó “Creo que debemos discutir qué es lo que está por detrás de la legislación, cómo incidimos en el cambio. Las transiciones pueden generar oportunidades, pero debemos sumarle a eso una agenda para poder enfrentarla. Si no reflexionamos por qué las cosas ocurren o no ocurren y no las conducimos políticamente, somos relatores. Como diputado me gustaría discutir una agenda del cambio climático creíble, que hagamos compromisos consistentes y avancemos en la agenda que el país y el mundo necesitan”
La Argentina presentó su segunda contribución nacional ante las Naciones Unidas con nuevos y ambiciosos objetivos de reducción de gases de efecto invernadero. La propuesta del país incluye la estabilización de las emisiones a 2030 y la carbono neutralidad para 2050. En ese marco, el Círculo de Políticas Ambientales analizó la normativa en relación con el cambio climático, las energías renovables, los bosques nativos, entre otras; y de temas clave como la protección de los humedales, entre otros, con el objetivo de promover el debate parlamentario en torno a los objetivos climáticos del país y el marco regulatorio necesario para alcanzarlos. El informe, que contó con el apoyo de la Embajada Británica en Buenos Aires, puede descargarse aquí.