Avanza el tratado global sobre la contaminación plástica

El pasado 2 de diciembre finalizó el primer período de sesiones del Comité Intergubernamental de Negociación (CIN-1, o INC-1, por sus siglas en inglés) para elaborar un tratado global sobre la contaminación por plásticos, en el marco de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA), con el apoyo de más de 145 países. Las negociaciones iniciadas esta semana son parte de un proceso de cinco encuentros que se darán en los próximos dos años.

En esta instancia ya se han manifestado diferentes posiciones . Algunos países, como los Estados Unidos, Arabia Saudita y la mayor parte de Asia proponen un tratado al estilo del Acuerdo de París sobre el cambio climático, es decir, que cada una de las Partes haga sus propios planes y establezca sus propios objetivos. Por el otro lado, otro grupo formado por países africanos, pequeños estados insulares, Canadá, Australia y la Unión Europea, denominado “the high ambition coalition”, reclama por un acuerdo “de arriba hace abajo”, es decir, que obligue a todas las partes a adoptar ciertas medidas vinculantes. Las diferencias radican, además, en que el primer grupo busca que las negociaciones se centren en la gestión (final de tubería) y el primero en el ciclo de vida completo, incluyendo la prohibición de ciertos tipos de plásticos.

El grupo de América Latina y el Caribe (Grulac) del que Argentina es parte, impulsa la necesidad de que el acuerdo trascienda las acciones nacionales voluntarias y que incluya financiación y desarrollo de capacidades, para poder implementar, efectivamente, las acciones que requiera un nuevo tratado.

En adelante se deberán establecer las reglas específicas para la próxima reunión de negociación en París en mayo de 2023. De acuerdo con los lineamientos que guiarán el proceso de negociación por los próximos dos años, la gestión de los plásticos deberá ser abordada de manera integral, involucrando todo el ciclo de vida de los productos y los materiales, con el objetivo central de minimizar la generación de residuos plásticos y evitar su emisión al ambiente y los impactos a ello asociados.

Las negociaciones en particular, y el acuerdo en general, pueden representar una oportunidad para la Argentina, que se encuentra muy relegada en políticas para prevenir la contaminación plástica y promover la economía circular, exceptuando la ley de prohibición de microplásticos.

El país debe actualizar su normativa en materia de gestión de productos y sus residuos. Es necesario contar con normas de presupuestos mínimos (PPMM) que establezcan el principio de la responsabilidad extendida del productor (REP) para la gestión de diferentes corrientes: envases y embalajes, aparatos eléctricos y electrónicos y neumáticos.

A su vez, es necesario promover la industria del reciclado y el uso de materias primas secundarias. Para ello, se debería avanzar en un conjunto de regulaciones que incluya la eliminación del impuesto al valor agregado (IVA) en la compraventa de material reciclado; y el establecimiento de objetivos de incorporación gradual de material reciclado en los nuevos productos que se colocan en el mercado.

Este primer encuentro que tuvo lugar en Uruguay, en la ciudad Punta del Este, se realiza nueve meses de la resolución sobre la contaminación plástica en la UNEA, donde se estableció que el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) sería el responsable de convocar y gestionar el INC, con el fin de redactar y alcanzar el tratado para 2024.

Contaminación plástica de los océanos: ¿Cuál es la contribución argentina y qué medidas deben adoptarse?

17 de mayo de 2022. Con un breve video documental publicado hoy, el Círculo de Políticas Ambientales, con el apoyo de Patagonia Foundation, busca mostrar cuáles son los impactos que la contaminación plástica de los cursos de agua genera en nuestro país; al mismo tiempo que señalar cuál es la contribución de la Argentina en la emisión de plásticos y microplásticos a los océanos y qué medidas son urgentes para revertirlo. En la pieza documental pueden verse los impactos que los plásticos ya están generando en la fauna marina, en la salud humana, los cursos de agua y las costas del país.

Si bien en la Argentina no se han realizado estudios sistemáticos sobre el tipo y volumen de basura marina que permitan tener un diagnóstico confiable de la situación y sus impactos, sí están disponibles algunos datos de modelizaciones internacionales que incluyen a la Argentina y otros relevamientos con mayores o menores frecuencias y distintas extensiones territoriales contempladas, que sólo pueden dar cuenta parcialmente de estos impactos. Sin embargo, todos son coincidentes sobre la creciente cantidad de plásticos que aporta el país y los graves impactos de los plásticos y microplásticos ocasionan en la biodiversidad (1).En ese sentido, el estudio “Plastic waste inputs from land into the ocean” del 2015 (2) indica que la Argentina ocupa el puesto N°28 del ranking de las mayores emisiones de residuos plásticos a los océanos, ubicándose como cuarto país latinoamericano en el listado. Por otro lado, y de acuerdo con el mismo estudio, el país ranquea en el puesto N°12 en el porcentaje de residuos plásticos en la composición de sus residuos, siendo el quinto en la región.

Se ubica en el puesto N°25 a nivel global y N° 5 de América en generación de residuos plásticos. Por otro lado, el país se encuentra en el puesto N°28 en la clasificación de residuos plásticos mal-gestionados y es el cuarto de América Latina.

En el país, se han realizado algunos informes en zonas o ciudades específicas, que sólo dan cuenta de una fracción del problema, pero permiten tener una evaluación sobre la evolución en las últimas décadas. La Fundación Patagonia Natural, en 2008, realizó dos censos en las costas de la Argentina en 1995 y 2007. Constataron que, con doce años de diferencia, había un crecimiento de la presencia de basura, especialmente porque la mayoría de las ciudades costeras siguen teniendo sus basurales a cielo abierto en inmediaciones del litoral marino.

Acceder al documental “La contaminación plástica de los océanos: La situación en Argentina

(1) Círculo de Políticas Ambientales: “Basura marina y plásticos en Argentina

(2) Jambeck, J. R., Geyer, R., Wilcox, C., Siegler, T., Perryman, M., Andrady, A., & Law, K. L. (2015) “Plastic waste inputs from land into the ocean,” Science, 347(6223), 768-771.

Para más información sobre contaminación plástica de los océanos se recomienda: Círculo de Políticas Ambientales: “Un acuerdo global contra la contaminación plástica de los océanos

Agenda Ambiental Legislativa 2022

La ONU aprueba el mandato para desarrollar un acuerdo global vinculante contra la contaminación plástica

02 de marzo de 2022. En el día de hoy, en el marco de la Segunda Parte de la Quinta Sesión de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA 5.2), los delegados de los 175 países miembros acordaron por unanimidad alcanzar un tratado para enfrentar la contaminación plástica. La resolución aprobada otorga el mandato al grupo de negociadores para desarrollar un acuerdo legalmente vinculante para 2024, que aborde el ciclo de vida de los productos plásticos, incluyendo su producción, diseño y eliminación.

La resolución, basada en tres proyectos de resolución iniciales de cuatro naciones (1), establece un Comité Intergubernamental de Negociación (INC), que comenzará su trabajo en 2022. Se espera que presenten un instrumento legalmente vinculante, que refleje diversas alternativas para abordar el ciclo de vida completo de los plásticos, el diseño de productos y materiales reutilizables y reciclables, y la necesidad de una mayor colaboración internacional para facilitar el acceso a la tecnología, el desarrollo de capacidades y la cooperación científica y técnica (2).

De acuerdo con el mandato resultante, los países han tomado nota de que los niveles elevados y en rápido aumento de la contaminación por plástico y por microplásticos representan un grave problema ambiental a escala global, con impactos específicos en el medio ambiente marino y han remarcado el carácter transfronterizo de la contaminación, lo que demuestra la necesidad urgente de fortalecer la coordinación, la cooperación y la gobernanza a nivel mundial para tomar medidas inmediatas la eliminación a largo plazo de la contaminación por plásticos, en entornos marinos y de otro tipo, y de evitar el detrimento de contaminación plástica a los ecosistemas y las actividades humanas que dependen de ellos(3).

La resolución, titulada “Poner fin a la contaminación plástica: hacia un instrumento internacional jurídicamente vinculante”, ha tomado los puntos más ambiciosos surgidos del debate previo a su aprobación: el abordaje de la gestión del plástico desde la instancia del diseño -y no sólo en la gestión final posconsumo-, la inclusión de otros ecosistemas, además del marino, y su carácter de legalmente vinculante, entre otros.

La producción global de plásticos ha aumentado dramáticamente desde 1950, alrededor del 9% por año. En 2015 se produjeron cerca de 388 millones de toneladas de plásticos, de las cuales el 99,5% provino de fuentes basadas en el petróleo. Las principales aplicaciones que utilizan plástico son los envases y embalajes, la construcción y el transporte, que utilizan el 30%, el 17% y el 14% de la producción anual total de plástico, respectivamente. (4)

Se estima que la cantidad de plásticos en los océanos es de alrededor de 75-199 millones de toneladas. Las estimaciones de los aportes globales anuales de fuentes terrestres varían según los enfoques utilizados. Bajo un escenario business as usual, y en ausencia de las intervenciones necesarias, la cantidad de desechos plásticos que ingresan a los ecosistemas acuáticos podría casi triplicarse de unos 9-14 millones de toneladas por año en 2016 a 23-37 millones de toneladas por año proyectado para 2040 (lo que equivale a 50 kilogramos de plástico por metro de costa en todo el mundo). Usando otro enfoque, se proyecta que la cantidad se duplique aproximadamente de un estimado de 19-23 millones de toneladas por año en 2016 a alrededor de 53 millones de toneladas por año para 2030. (5)

Desde hace ya algunos años, la creciente presencia de residuos plásticos en los océanos viene ocupando un lugar preponderante de la agenda de gobiernos, organismos internacionales y espacios multilaterales debido a los impactos negativos que genera, no sólo en la biodiversidad sino, además, en actividades económicas, entre ellas la pesca y el turismo. La basura marina y la contaminación plástica ya son una amenaza grave para el desarrollo de las comunidades costeras, así como para el transporte marítimo y la operación de puertos. Mas recientemente, se ha comenzado a alertar sobre los eventuales riesgos a la salud humana asociados al consumo de fauna marina.

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) convocará un foro para fines de 2022 que estará abierto a todas las partes interesadas en conjunto con la primera sesión del INC, para compartir conocimientos y mejores prácticas en diferentes partes del mundo. Facilitará debates abiertos y garantizará que estén informados por la ciencia, informando sobre el progreso durante los próximos dos años. Finalmente, una vez finalizado el trabajo del INC, el PNUMA convocará una conferencia diplomática para adoptar su resultado y abrirlo a las firmas.

Para más información “Un acuerdo global contra la contaminación plástica de los océanos” del Círculo de Políticas Ambientales (2022)

(1) Clustering of draft resolutions and decisions for UNEA-5.2. https://wedocs.unep.org/bitstream/handle/20.500.11822/38074/clustering_of_draft_resolutions_-_unea-5.2_08_feb_2022%5bfinal%5d.pdf?sequence=1&isAllowed=y

(2) Historic day in the campaign to beat plastic pollution: Nations commit to develop a legally binding agreement. Press release. https://www.unep.org/news-and-stories/press-release/historic-day-campaign-beat-plastic-pollution-nations-commit-develop

(3) Resolución UNEA. “End plastic pollution: Towards an international legally binding instrument”. https://wedocs.unep.org/bitstream/handle/20.500.11822/38522/k2200647_-_unep-ea-5-l-23-rev-1_-_advance.pdf?sequence=1&isAllowed=y

(4) UNEP -United Nations Environment Programme (2018). “Mapping of global plastics value chain and plastics losses to the environment (with a particular focus on marine environment”.

(5) UNEP -United Nations Environment Programme (2021) “From Pollution to Solution: A global assessment of marine litter and plastic pollution”

Un acuerdo global contra la contaminación plástica de los océanos

Ley de Envases: el esquema propuesto por el Ejecutivo no es el adecuado para implementar la responsabilidad extendida del productor

Desde el Círculo de Políticas Ambientales señalaron que el proyecto de ley de gestión de envases posconsumo enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso de la Nación desconoce la experiencia de 40 años a nivel mundial que demuestra que los sistemas de tasas o impuestos establecidos y administrados por el Estado han resultado ineficientes y no han contribuido a reducir la generación de residuos

En el marco del tratamiento del proyecto de ley de presupuestos mínimos de protección ambiental para la gestión de envases y embalajes y sus residuos en la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano de la Cámara de Diputados, la directora política del Círculo de Políticas Ambientales, Consuelo Bilbao, señaló que el principal objetivo de la responsabilidad extendida del productor (REP) debe ser la prevención, y que existen numerosos estudios que demuestran que los sistemas de tasas recaudados y administrados por el Estado no han producido una reducción en la generación de residuos, por lo que se han ido cambiando hacia aquellos gestionados por los propios productores bajo control estatal.

De lo que estamos hablando es de una ley de presupuestos mínimos ambientales que lo que busca es prevenir la generación de residuos, en este caso de envases, para ello tenemos que trabajar en una norma que tenga calidad técnica y se debe hacer foco en cómo está establecida la REP”, señaló Bilbao.

Además del proyecto enviado por el Poder Ejecutivo en octubre de este año, desde 2020 se encuentra a la espera del debate uno presentado de forma previa, que propone un sistema diferente para implementar la REP. Este proyecto obtuvo dictamen de minoría de la Comisión con 13 firmas.

En relación con ello Bilbao señaló “el proyecto presentado esta vez por el diputado (Gustavo) Menna se empezó a trabajar en el año 2014 en el marco de la Secretaría de Ambiente de Nación…, y siguió su tratamiento legislativo en 2016 y 2017, incluso se logró un dictamen de comisión con la firma de todos los bloques…Digo esto para que hagamos un recorrido y tengamos en cuenta lo que se ha discutido sobre este tema. Este proyecto (que antecede al del Ejecutivo) es un buen texto por como establece la REP, ya que promueve que la misma industria sea la que deba hacerse cargo de los residuos de los envases que produce. Existen numerosos estudios (…) que muestran que cuando las tasas y/o impuestos son administrados por el estado terminan financiando otras cosas”.  

La REP comenzó aplicándose en los países miembros de la OCDE en la década de los años 90 y luego se extendió a otros países no miembro. En los últimos años se han identificado 395 sistemas REP en funcionamiento en todo el mundo. No obstante, se debe resaltar que el principio, aunque plantea la responsabilidad económica de los productores, no se traduce en un impuesto o tasa. Es más, debido a las falencias en materia de gestión y minimización de los residuos en origen, la mayoría de los esquemas en los países que habían adoptado inicialmente una tasa o impuesto verde recaudado y administrado por el Estado han cambiado a sistemas de REP puros o mixtos, gestionados por los propios productores y fiscalizados por el Estado.

Los envases representan aproximadamente un 30% de los residuos sólidos urbanos (RSU) y son la causa principal del crecimiento de la basura domiciliaria en las últimas décadas. Se estima que representan el 60% del volumen de una bolsa de residuos domiciliarios. A nivel nacional solo entre el 3% a 6% de los RSU generados son reciclados para reinsertarlos nuevamente en el circuito productivo.

La ausencia de una gestión de envases se traduce en la obstrucción de los desagües pluviales, mayores volúmenes de residuos para transportar, mayores costos para su disposición final y a su vez, graves impactos sobre los ecosistemas, incluyendo el marino. Según un estudio publicado en la revista Science en 2018, el país se ubica en el puesto N°28 por generación de basura marina a nivel internacional.

Documento de posición del Círculo de Políticas Ambientales aquí

Video de participación en la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano de Diputados aquí

Importación de residuos. A propósito del Decreto N° 591/2019

La Responsabilidad Extendida del Productor para la Gestión de Envases y Embalajes

¿Por qué necesitamos una ley de envases posconsumo?

Microplásticos: La contaminación invisible que invade los mares