Legisladores nacionales, organizaciones no gubernamentales, representantes de empresas pesqueras y del SENASA, participaron ayer de la Jornada de Trazabilidad de la Pesca en la Argentina, organizada por el Círculo de Políticas Ambientales. Coincidieron en la necesidad de que el Congreso de la Nación sancione una regulación a nivel nacional sobre trazabilidad de la pesca y la acuicultura.
Buenos Aires, 22 de octubre – Con participantes y expositores del sector empresario, la sociedad civil, organismos estatales y legisladores nacionales, se realizó ayer la Jornada de Trazabilidad de la Pesca en la Argentina, organizada por el Círculo de Políticas Ambientales. Los expositores intercambiaron experiencias y antecedentes locales y analizaron los avances de las regulaciones y restricciones en los principales mercados importadores.
En ese marco, los diputados Gustavo Menna y Carlos Selva -autores de los dos proyectos de ley sobre trazabilidad de la pesca con estado parlamentario en el Congreso de la Nación- coincidieron en que las iniciativas buscan contribuir con el desarrollo de la industria y la adecuación a los nuevos requerimientos que vienen estableciéndose en los principales mercados globales.
El diputado Menna sostuvo, además, que “el debate sobre la trazabilidad tiene que ver con la pesca ilegal, no regulada, que acontece frente a nuestras costas, más allá de la milla 200 pero que también tiene incursiones furtivas de esa flota que no tiene permisos“. En tanto que Selva manifestó que la intención de los proyectos de ley es “seguir fortaleciendo determinadas cadenas productivas que van a garantizar la calidad alimentaria, y (el cumplimiento de) las exigencias que el mundo nos va a requerir”
Por su parte Fabián Ballesteros, de la Dirección de Inocuidad de Productos de la Pesca y Acuicultura de SENASA, quien expuso sobre el proyecto piloto de trazabilidad en langostinos llevado adelante por la entidad, agregó que el marco regulatorio internacional que viene diseñándose en los últimos años “está requiriendo la posibilidad de contar con un sistema nacional de trazabilidad que sea interoperable”, es decir en línea con los sistemas internacionales.
Ángel Matamoro Irago, director Corporativo RSC de Nueva Pescanova (España), describió el trabajo que vienen realizando bajo los estándares GSDT (Global Dialogue on Seafood Traceability) y aseguró que la empresa proyecta, a partir de marzo de 2022, que todos los productos de langostino producidos en la Argentina garanticen una total trazabilidad a los mercados. En ese sentido, sostuvo: “somos voluntarios para cooperar en todo lo que el gobierno, el mercado, las autoridades argentinas necesiten de nosotros para tener una estupenda ley de trazabilidad en Argentina y alineada con los principales mercados a los que los productos de Argentina llegan“.
Desde Iberconsa, la directora de Calidad Daniela Barreto se sumó al planteo de la necesidad de un sistema de trazabilidad a nivel nacional que facilite la información de diversos proveedores: “en Argentina conviven diversos sistemas de trazabilidad. Esta atomización hace que la coordinación sea difícil entre los actores“, sostuvo.
Por último, desde el sector de las ONGs, Daniela Gomel y Verónica García de Fundación Vida Silvestre presentaron los avances del proyecto de bitácora electrónica, un sistema gratuito y de código abierto que permite utilizar sus dispositivos móviles para registrar y transmitir electrónicamente los datos de las capturas y el esfuerzo pesquero y facilitar a las autoridades un seguimiento de la pesca a través de un sitio web; mientras que desde el Círculo de Políticas Ambientales, María Eugenia Testa realizó un análisis de los avances de la normativa sobre trazabilidad de la pesca en los principales mercados importadores a nivel global.